Hace 14 años, hice realidad un sueño que tenia desde niña, abrí las puertas de Pastelería Mila. Siempre tuve la ilusión de crear y cocinar para las personas, ya que me hace muy feliz servir y endulzarle la vida a la gente. Hace14 años llegué a Cartagena a prestar un servicio de asesoría en pastelería y desde ahí, Cartagena me enamoró pues es mágica y maravillosa, haciendo que me quedara a vivir y además tuviera a mi hija Fatima quien es Cartagenera de pura sepa!

Una vez instalada en Cartagena, comence a crear la marca de Mila Pasteleria, a la cual le puse desde el comienzo como simbolo, las Gallinas, ya que queria hacer un homenaje a mi abuelo quien era un hombre que llevaba muy en alto lo que simbolizan: Prosperidad.

Desde ese entonces, Mila es una empresa próspera, creada con mucho esfuerzo y corazón, donde por años hemos ha generado empleo para la gente cartagenera y felicidad a todos sus clientes que nos visitan de todas partes del mundo.

Con el tiempo hemos ampliado el portafolio de productos y servicios, y nos hemos caracterizado por que en nuestra pastelería los horarios son muy amplios y a cualquier hora podemos satisfacer los antonjos y deseos de nuestros clientes con desayuno, merienda, almuerzo, onces y cena o simplemente un café o el “ALGO” Además, nos acomodamos a las circunstancias del pais y del mundo y ahora hacemos Catering y servicio de domicilio.

Durante años hemos logrado consolidarnos en el mercado de Cartagena y Colombia y esperamos seguir aportándole a nuestro país y al mundo nuestras mas dulces recetas.

Oración de Mila

Dios mío, señor de mis ollas, platos y hornos en los que me ocupo, hazme santa que medita sentada a los pies del Maestro o que cocina para Él con manos blancas y hábito bendito… por eso hazme santa trabajando aquí. Que te agrade vigilando el fuego, la sopa y los dulces y lavando mi loza. De María tengo las manos, que de ella sea mi alma.

Cuando lavo el piso y mis rodillas lo tocan, poniendo en tus manos que tocaron nuestra impureza y se llenaron de callos en tu oficio. Para rezar tranquila no tengo tiempo. Pero te pido: Calienta mi cocina con el fuego de tu amor, que tu bondad infinita corrija los excesos de mi humor desigual y haga callar así los rumores de mis quejas y de mis clientes. Cuántas veces, Señor, alimentaste a tus amigos en la montaña, junto al lago o al mar, cuando sirva esta comida o dulces manjares que hice, serás tu mismo Señor, quien la tome porque eres tu a quien sirvo, sirviendo aquí en esta pastelería. Señor te pido para que toda comida que sirva le llegue al corazón a todos mis clientes y siempre vuelven felices.

Amén.